Muslos, psicosis, y buena gente (11 de junio, 2021)

No me encuentro muy motivado para escribir, no se porqué. He entrado en un estado un poco apático y triste esta última semana y sólo quiero convertirme en un pedrusco que rueda por el río, o en la hoja de un árbol, que no tiene que pensar por si misma y cuando cumple su función se descompone y ya. A veces pasa. Voy a dejar que mi cerebro fluya y con suerte sale algo decente, quien sabe.

Estoy en un bar, sintiéndome un poco culpable porque un señor que no conozco me había preparado comida en su casa sin decírmelo, y pues en el bar ponían patatas fritas con albóndigas veganas y para cuando me ha escrito el señor yo ya había pedido una ración. Se llama Russell y es mi anfitrión de Warmshowers para esta noche. Warmshowers no es nada erótico, es una aplicación para cicloturistas que permite…

… a personas como yo quedarse en casas gratis para pasar la noche. Algún día cuando sea adulto y tenga casa podré hospedar a sufridores también. Al entrar en California el precio de los campings subió de los $7 a los $20 o incluso $35 por noche,  y ya me parece un abuso. *Estoy muriendo de placer con estas albóndigas, no puedo ni concentrarme.

Este soy yo dentro de un árbol…

Y aquí dormí el otro día…

La verdad es que no soy capaz de poner en palabras los lugares por los que he pasado esta última semana. Cada día me levantaba con negatividad y soledad a mis espaldas, y me acostaba sintiéndome inmensamente afortunado de dormir en estos lugares. Lecciones del señor todopoderoso para dejar de ser tan jodidamente negativo. Más fotos de Jurassic Park…

En mi cabeza los pensamientos no son lineales, es como si tuviese personalidad múltiple y todas mis personalidades tuviesen hiperactividad. Lo peor es que ninguna termina ninguna frase y todo se queda a medias en mi cerebro. Si pudiese ver cada pensamiento como ondas de energía, sería una continua colisión de ondas que se neutralizan unas a otras y resultan en una ausencia de ruido. El problema es que hace falta mucha energía para emitir esas ondas, y la energía es limitada.

Hace dos días conocí a estos weys. Muy majetes. Uno tenía unos muslos brutales, le da una patada a un balón y se desintegra. Pienso que si estuviésemos perdidos en las montañas y hubiese que sacrificar a alguno para no morirnos de hambre, este caería el primero. Espero que nunca lea este blog.

La noche que nos conocimos yo iba a dormir en la calle, al borde de un precipicio. Un lugar único. Hubiera estado bien, pero me encontré a muslos y me dijo que él se iba a quedar con otros dos chavales en la casa de Carol, una mujer de 70 años muy maja que estaba en Warmshowers. Muslos fue a hablar con Carol y Carol dijo que me podía unir y dormir en la alfombra. Dije que sí. Gran acierto. Carol estaba un poco loca, me dijo que una vez pilló a un oso comiéndose su compost en el jardín y salió a darle un sartenazo. Si no tuviese cara de maja yo creo que el oso se la hubiera comido.

Me quedan 270 millas hasta volver a Berkeley. No se muy bien qué quiero sacar de lo que me queda de viaje. Me han entrado ya muchas ganas de trabajar, y de cocinar con mis cuchillos, y de no dormir en mi saco. Pero a la vez se me está haciendo más fácil rodar en la bici horas y horas. Por otro lado mi parte ano y vigoréxica está gozándolo con esto de quemar tantas calorías. No tengo que comprobar 20 veces al día que la grasa de mi tripa no ha aumentado. Alivia mi enfermedad mental.

¿Sabes por qué empecé este blog? Porque cuando hablo de lo que me pasa por la cabeza lo entiendo mejor. Y si no me gusta puedo coger la pantalla del ipad y reventarla de un puñetazo. O borrarlo si me quiero poner menos dramático. O incluso procesarlo y gestionarlo como un ser humano con inteligencia emocional y capacidad resolutiva. De pequeño solía tener un pensamiento recurrente que había olvidado hasta ahora. Siempre me decía a mi mismo que era un milagro el que pudiese leer. Que saber leer a esa edad (12 o 13 años) no era normal para todos, pero que yo sí sabía, y pese a ello no se me valoraba. Me resultaba injusto. Probablemente porque todo lo académico se me daba mal y me sentía completamente inepto, y la única manera de reconfortarme a mi mismo era bajar el listón tanto que solo así podía sentirme orgulloso, listo, válido, … suficiente. Que mal.


Pues bueno, no se ni que he escrito pero lo necesitaba. Gracias a todos los que leéis y comentáis :). Si hubiese botón de “like” le daría un “like” a cada uno. Angelines, tus comentarios son muy populares, la gente siempre me dice que se parten contigo jaja. En una semana nos volvemos a ver. Voy a subir un par de montañas gigantes, espero no morir.

Abrazos y besos,

Pablo

PD: Russell y Merry, mis anfitriones, son de los mejores seres humanos del planeta. Esto lo escribo desde la cama, después de haber cenado con ellos y sus amigos. Me han dado de cena hasta explotar, habitación gratis y me han hecho sentirme como en casa. Me siento querido y arropado :). Dejo muchos vídeos…


Abuelas que ruedan, republicanos, y solomillos gigantes (5 de junio, 2021)

Estoy dándome un masaje en una de estas butacas robot en un centro comercial rodeado de abuelas en sillas de ruedas mientras suena Mariah Carey en la megafonía y escribo este post. Hace dos días estaba durmiendo detrás de unos almacenes en un polígono industrial, con miedo de que me arrestase la policía. Menudo viaje más raro. Lo que más gracia me hace es que mientras voy muriendo en la bici subiendo cuestas pienso constantemente en lo que voy a escribir y en cómo empezar mi siguiente post, pero nunca pensaría que estaría donde estoy ahora mismo. Uff me está costando concentrarme. Placer extremo. No se me da bien la multitarea. Paso, luego sigo escribiendo.

48 horas después…

El cristianismo va a resurgir en todo el mundo, al menos eso creo, y eso deseo. Los jovenes drogados verán a Jesucristo y así es como va a empezar todo, porque sin Dios las personas no tienen compás interno y usan la opresión y el miedo para dominar al resto. (…) A los hijos hay que decirles lo que tienen que estudiar y hacer en la vida, y solo así te salen bien. Con mano dura. Que no sean unos “pussys”. (…) Pablo, si vas a ser líder debes ser duro en esta vida. Tienes que ser el único que no llora en el funeral de tu padre. Buena suerte.

El otro día conocí a Paul y Miyang. Los dos son un encanto, aunque tal vez esa palabra describa más a Miyang que a Paul, pero ambos me abrieron las puertas de su casa las noches del 1 y 2 de junio – primero porque pagué una habitación de AirBnB, pero después porque me invitaron gratis de buena voluntad. Les estaré siempre agradecido, porque llevaba 4 días durmiendo en la calle y estaba empezando a oler a estercolero. Paul es de Los Ángeles y Miyang de Korea del Sur. Ambos llevan casados 21 años. Paul es más mayor, debe tener sesenta y muchos. Nada más entrar por el garaje de su casa vi una colección enorme de tablas de surf (8), y al parecer no son ni la mitad de las que tiene. Paul es surfista, aventurero, viaja en bici y en moto, y quería viajarse el mundo en barco, pero su mujer no le deja. Paul es un republicano de los más puros, con una visión del mundo de lo más conservadora. Me recordaba al actor este que hace westerns y tiene la cara doblada. No me sale su nombre. Bueno, cuando le dije a Paul que vengo de estudiar en Berkeley me preguntó que si había conocido a algún comunista… Ja!

Miyang nunca se pronunció políticamente. Ella lleva la casa y fue la que realmente me invitó a pasar una noche más con ellos. Miyang me encanta, y es ya mi persona favorita de este viaje. Miyang llevó un restaurante durante 11 años y cocina que te defecas. La primera mañana después de dormir en el airbnb vio que viajo en bici y me preparó dos solomillos con patatas y huevos, otro solomillos como mi muslo para cenar, y bacon con tortilla, queso y manzana para desayunar al día siguiente. Llevo los últimos dos días procesando colesterol para que no me de un ictus, comiendo omeprazol, y rezando avemarías purísimas para redimir mis pecados cárnicos, pero mereció la pena. Aquí nuestras caras…

Antes de continuar con historias, creo que debería explicar algunos detalles generales de este viaje, porque no he dado contexto y no dejo de hablar de momentos concretos sin ningún hilo argumental, así que voy a recapitular un poco.

Viajar es importante. Te da perspectiva. Gonzaventuras lo sabe bien. Yo planeo viajes de sufrimiento y agonía/placer y bucolismo porque me dan espacio para meditar y reflexionar sobre todo lo que he aprendido los años anteriores. Estudiar en Berkeley ha sido una bendición para mí en muchos sentidos, pero durante este tiempo he tenido muy poco espacio para ser creativo y reflexionar sobre porqué hago lo que hago. Es algo casi intrínseco a los estudios académicos, por lo menos en mi limitada experiencia de 14 años de colegio, 5 años de licenciatura, y 4 años de másters. [Jarkor, llevo 23 de mis 30 años de vida estudiando, y cuatro de esos siete años los pasé siendo un feto. No lo había pensado hasta ahora. En fin.] El caso es que estoy en EEUU, un país enorme lleno de montañas, lagos, desiertos, y subculturas fascinantes, y en dos años sólo he visto Berkeley, San Francisco, Yosemite y Santa Cruz. A habido covid, pero no puede ser, y qué mejor manera de viajar con cero emisiones que en bicicleta. En un principio iba a ir desde Berkeley hasta Ciudad de México, pasando por Baja California, esquivando narcos y comiendo tacos, pero perderme el norte de la costa me daba pena, así que decidí hacer la siguiente ruta…

Después de la aventura de los mapaches llegué a Portland sano y salvo el 28 de mayo, y tras pasear por la ciudad (llenísima de gente sin hogar, más que en San Francisco), cenar, y dormir en casa de mi amiga Leah, salí con ella en coche hasta la costa al día siguiente. Acabamos aquí…

Para hacerme la vida más sencilla voy a hacer esto un poco esquemático:

Noche 1: Invasión de jardín ajeno.

Mi amiga Leah me dejó en la costa, pero no encontrábamos ningun sitio público donde dormir (aquí todo es de alguien, y lo que no es de nadie es de los osos y bobcats), y ya todos sabemos la mala suerte que tengo durmiendo en la playa, así que acabé colándome en el jardín de una casa al anochecer. Una vez dentro de la tienda me acordé de que aquí los dueños de una casa o terreno tienen permiso para volarte la cabeza con una escopeta si estás en su propiedad sin permiso, y ya no dormí nada. Al día siguiente me levanté medio infartado cuando un ciervo se acercó a mi tienda, y a las 5 de la mañana estaba ya en la bici pedaleando. Aluciné un buen con los paisajes…

Noche 2: Defeking in the polígono industrial.

¿Cómo harías numero 2 en un polígono industrial? No por nada, solo por curiosidad. Piénsalo, nunca sabes qué puede pasar en la vida. Ese día me hice muchísimos kilómetros, con la emoción nuevamente de viajar por el mundo con mi bici, como un astronauta en su primer viaje intergaláctico. Grité, canté, lamí el aire y pedaleé hasta Pacific City. Tampoco había parques públicos así que tuve que dormir detrás de unos almacenes en un polígono industrial. Ocurrieron cosas y había cámaras, pero la policía nunca vino. A las 6 de la mañana me había ido.

Noche 3: El campo de béisbol.

Este día no tuvo grandes eventos que recuerde, aunque mi memoria es muy mala. Mi olor a podrido iba en un 3/5 a estas alturas. Ah si ya me acuerdo! Ese día calculé mi ruta como el hojaldre y llegué a un pueblo a las 4 de la tarde, demasiado pronto. En vez de mirar el mapa supuse que me había hecho el trayecto más rápido de lo esperado y me quedé ahí. Hubiera dado igual de no ser porque al día siguiente tenía que llegar al airbnb que acababa de reservar en North Bend, que según mis cálculos estaba super cerca, pero al día siguiente me di cuenta de la enorme cagada que había hecho.

Noche 4: adiós rodillas, hola jacuzzi.

Ese día, 1 de junio, me monté en la bici a las 6:30 de la mañana (como veis cada día más tarde, y hoy ya son las 12:30 12:50 de la tarde y aquí sigo) y según pongo mi destino en el mapa veo 82 millas!! No 30 como yo pensaba, 82! Eso son como 132 kilómetros creo. Pero había reservado y ya no había vuelta atrás, así que me puse en marcha sin hesitar. Ese día solo comí alubias en lata y granola, porque no me daba tiempo a montar el fuego, y llegué casi a las 8 de la tarde. No pudo haber más cuestas porque me habría salido de la estratosfera, e iba gritando barbaridades en la bici porque furia y odio eran lo único que me daba energías en esos momentos.

¡Pero llegué! Y al llegar me encontré con esto…

De aquí hasta las siguientes dos noches ya sabéis lo que pasó. Básicamente me cociné en el jacuzzi con toda mi ropa (se llenaron las paredes de una sustancia negra y marrón asquerosa que luego tardé una hora en limpiar), comí como un cerdo, dormí, comí y dormí mas. Anoche, tras salir de la casa de Paul y Miyang, llegué a Bandon, un pueblo muy majo a solo 30 millas del AirBnB, y descubrí que solo cuesta 7 dolares dormir en un camping. Jaja. Así que de ahora en adelante voy a dormir en campings más a menudo, que me van a acabar deteniendo y tampoco soy tan pobre como para no poder permitírmelo. Y aquí estoy, a 4 de junio a las 12:59 13:12 de la tarde, en una mesa del camping escribiendo esta entrada. Como véis escribir me lleva un buen rato. Me duele un poco el culo del asiento de la bici, mi rodilla izquierda me da miedo pero el ibuprofeno ayuda, y no huelo mal porque en el camping hay ducha. Voy a salir ya hacia Port Orford, pero no se cuanto tardaré ni donde voy a dormir. Supongo que lo contaré en la próxima entrada. Hasta entonces, drogaros a ver quién ve a Jesucristo primero.

Pd: cuando el grajo vuela bajo, aguas mil.

Pd2: Este blog es cutre de pelotas en términos de diseño pero no tengo tiempo de esforzarme, así que voy a probar a poner vídeos aquí abajo a ver si compensa. Decidme si es una chusta.